lunes, 29 de junio de 2009

El sabor de México

Como siempre y casi a diario otra vez México está hundido en la miseria. Porfirio Díaz oriundo de Oaxaca, nacionalista de tiempo completo pensó alguna vez que México sería una potencia económica-cultural mundial. Claro no sin antes tener sus respectivos sacrificios y su respectiva dosis de buena represión. Un dictador al fin y al cabo. Todos podemos juzgarlo por su autoritarismo, por su excesiva sed de sangre oprimida. Sí, todos juzgamos, pero a lo lejos y sin lanzar piedras, ja, ni siquiera tenemos brazos para lanzarlas.


La historia de México es recurrente en cuanto a figuras mediáticas: héroes salvando a la patria, villanos traicionándola y malos, pero muy malos están los personajes que han tratado de cambiar las cosas. En un país producto de un aborto. Untado con mantequilla de la chingada y aderezada con un sabor que sabe a la misma mierda bañada en vómito de desesperanza.


Así, al historia en México se vuelve injusta y desconoce a los que en realidad crean y no solamente hacen. Pero, nos hemos olvidado de cosas importantes. Aquellas que de verdad hicieron que trascendiera la 'verdadera' historia de México. Por ejemplo ya se nos olvidó que Porifiro Díaz mandó a Ignacio Comonfort alotroladodelcharco para que se ganará la licitación de los ferrocarriles, que en ese momento no eran mexicanos. Fue cuando Comonfort con su ineludible inteligencia y ávidez logró ganar el 'concurso' por la 'propiedad de los trenes'. Así los ferrocarriles pasaron a ser propiedad y uso exclusivo de México. Convirtiéndose en las venas de vida para nuestra nación. Se transporta en ellos (los ferrocarriles) mercancía a gran escala y a todos los niveles: alimentos, materia prima, diversos materiales y en menor medida sirven de transporte para unir ciudades a un precio ecónomico. El tren, el ferrocarril, es un elemento vital para la economía del país y su respectivo abastecimiento. Sin embargo, hoy en día -con la democracia, con el neoliberalismo y sin dictadores-, el ferrocarril ya no le pertenece a México, fue privatizado. No podemos culpar sólamente a Zedillo por haberlo privatizado, sino a todo México por ni siquiera enterarse de cuándo y porqué fue privatizado. Las razones son más que obvias, pero faltaría espacio para nombrarlas todas. Saquemos conclusiones. La respuesta esta ahí, ¿ya la viste?


Hoy, a unos dias de las elecciones el ambiente en México no podía ser peor. Los mismos candidatos, el mismo pueblo, todo igual. Putamadre. Siento que estoy emputeciendo poco a poco como Violetta, he prostituido mi ser, mi alma. Ni siquiera se la vendí al diablo. Se la alquilé. No me ha pagado. He intentado hacer varias cosas, emprender varios proyectos, pero nada. Mi país no va a salir adelante, ni siquiera está detrás. México país de gran cultura con un presente abrumador, lleno de moscas y larvas que se rascan entre sí. Aquí estoy en este ambiente, aquí está mi ser que ha sido ya alquilado. Y mientras escribo estas líneas, me entero por medio del teléfono, que han asaltado a un ser querido. Sí, hace unos minutos. Me cuenta que se le durmió el cuerpo, que le pusieron una pistola y que l@ arrastraron y obligaron a quitarle el dinero al chofer. Después l@ aventaron hacia el chofer y se bajaron. Eran dos sujetos con pistola y navaja en mano, esto ocurrió en el día, apenas a las cincocuarentaycinco de la tarde. Nuestro pan de cada día. ¡Por jodido!, ¡por no tener para un auto propio! te dicen las voces que ya se acostumbraron a esto y te avientan la culpa. Malditasea. Me rehuso a acostumbrarme, a sentirme culpable por mi jodidez. Chingenasuputamadreypadreytodasuputafamilia. Rezo cuarentaycincomilseicientas maldiciones. Pero no me basta, eso no va a cambiar nada. La mierda no se puede acabar con más mierda. Al contrario la haces más grande. Lleno de impotencia, de coraje, me siento. Sigo escribiendo y no pasa nada. Bueno sí, otra vez secuestros, engaños, luxaciones y mutaciones de esas larvas que ahora tienen cabezas de moscas, cerebro de cucarachas y parecen eyaculaciones precoces de un asesino en serie, de un violador. Pero me doy cuenta que ellos no hacen al mundo, el mundo, nosotros que somos el mundo o parte de, los creamos. Dicen por ahí que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Apuntaría algo más. Cada pueblo tiene el excremento que le gusta comer, que le gusta oler y que merece. Si el pueblo desde dentro esta adscrito a lo peyorativoinocuoprecoz con una cucharadita de mierda a punto de miel de parásito, no se puede esperar nada diferente externamente. Ya que 'aquí nos toco vivir'. Flojo, humeante estoy ahora. Primero visceral y después completamente apático. Sigo escribiendo y no pasa absolutamente nada. Este es mi país y su gran sabor. Disfrutenlo.

viernes, 26 de junio de 2009

MI RAZA, MI SER: MI FAMILIA



El día de hoy me puse a recordar todo lo que he vivido. No son grandes aventuras ni mucho menos grandes fantasías, sólo es mi vida, desde mí, 'desde yo'.

Nací en una ciudad cercana al cielo, en Mèxico. En ésta ciudad hay más iglesias que centros comerciales, cada esquina, cada avenida tiene su Iglesia. Es una ciudad de ángeles, y sin embargo está habitada por demonios e infiltraciones humeantes de vida yuxtapuesta sobre piel de humano. De aquí soy. Mi ciudad, la ciudad de los dragones...ups!, quizé decir, de los ángeles.

Crecí dentro de un suburbio de la gran ciudad. En una colonia de obreros, lleno de gente piadosa con tendencias suicidas. Lleno de salvajes venidos a menos. Nunca tuve hambre, mi madre personita encantadora por demás -me ha demostrado que hay cosas desinteresadas y otras no tanto que se pueden dar-, ella siempre estuvo al pendiente de nuestra alimentación.

Aprendí que no toda la gente obrera tiene mentalidad obrera. Ni que todas las personas eran malas realmente. Desconocí los lazos familiares externos(ti@s , prim@s, etc.) y me bañé en la fuente de las impurezas para empaparme de lo que me rodeaba. No se puede vivir en mi colonia sin ese elixir: un elixir de magnitudes pequeñas que merman tu espíritu. Delincuencia, más delincuencia, no respeto y mucha mierda por todas partes, tanta que ya se volvió el papel tapiz de mi colonia. Sólo habemos muy pocos que intentamos cambiarlo(el papel tapiz). Aquí, en este lugar todos los días son iguales, con la diferencia de que no hay tantas muertes como el anterior día, o tantas violaciones como pasado mañana habrá. No lo sé, es mi mejor de las colonias posibles. Aquí crecí y me crié entre todo este estupor. Crecí, sin embargo en un ambiente rodeado de amor. Aprendí que la familia no solo es una pérdida de individualidad, ni un programa de enajenación del gobierno, ni un medio para transmitir vicios pasados y recrear un 'dejavú' esencialmente igual pero distinto en su forma. No, la familia, es una herramienta para conocernos o distanciarnos de nosotros mismos, es una interioridad externa. La familia nos pertenece pero no es nuestra. La tenemos pero no la tenemos. Sí, la familia es una distensión de nosotros, estamos en ella sin ser ella. Por ello, o somos su reflejo, ó no somos su reflejo en absoluto. Mi padre me enseño el valor de la vida, los detalles, las cosas vivas, esas son las que dan sentido al transcurrir de la duración de la existencia en un espacio. Mi madre me enseñó que no siempre podemos estar viviendo en lo ideal, en ese mundo fantástico, lleno de imágenes, historias, ideales y mucha razón, mucha razón. Es la pureza encarnada, ella es síntoma de que todavía el mundo no es el mejor posible, sino que es un mundo que se hace posible por personas como ella.
A la mente me viene ese fragmento de la letra de Fuera de ti de The Aeropajitas (www.myspace.com/losaeropajitas) "bipolaridad presente que se escapa fugazmente, fuera de mi, fuera de ti..." Somos cuerpo y mente, somos dualidad, no lo podemos evitar, estamos en el límite ciego de los contrarios. Sonreímos dentro de las entrañas de la nada y lloramos entre la llanura espesa de la existencia. Somos interiores y exteriores. La familia es un claro ejemplo de ello, puede ayudarnos a combatir la bravura de Doña Soledad o puede convertirse en su aliada.
No estamos solos. Nacimos solos y nos sentimos solos, eso es diferente. La familia es una ayuda para esa Doña que a veces parece durar cien años.