viernes, 26 de junio de 2009

MI RAZA, MI SER: MI FAMILIA



El día de hoy me puse a recordar todo lo que he vivido. No son grandes aventuras ni mucho menos grandes fantasías, sólo es mi vida, desde mí, 'desde yo'.

Nací en una ciudad cercana al cielo, en Mèxico. En ésta ciudad hay más iglesias que centros comerciales, cada esquina, cada avenida tiene su Iglesia. Es una ciudad de ángeles, y sin embargo está habitada por demonios e infiltraciones humeantes de vida yuxtapuesta sobre piel de humano. De aquí soy. Mi ciudad, la ciudad de los dragones...ups!, quizé decir, de los ángeles.

Crecí dentro de un suburbio de la gran ciudad. En una colonia de obreros, lleno de gente piadosa con tendencias suicidas. Lleno de salvajes venidos a menos. Nunca tuve hambre, mi madre personita encantadora por demás -me ha demostrado que hay cosas desinteresadas y otras no tanto que se pueden dar-, ella siempre estuvo al pendiente de nuestra alimentación.

Aprendí que no toda la gente obrera tiene mentalidad obrera. Ni que todas las personas eran malas realmente. Desconocí los lazos familiares externos(ti@s , prim@s, etc.) y me bañé en la fuente de las impurezas para empaparme de lo que me rodeaba. No se puede vivir en mi colonia sin ese elixir: un elixir de magnitudes pequeñas que merman tu espíritu. Delincuencia, más delincuencia, no respeto y mucha mierda por todas partes, tanta que ya se volvió el papel tapiz de mi colonia. Sólo habemos muy pocos que intentamos cambiarlo(el papel tapiz). Aquí, en este lugar todos los días son iguales, con la diferencia de que no hay tantas muertes como el anterior día, o tantas violaciones como pasado mañana habrá. No lo sé, es mi mejor de las colonias posibles. Aquí crecí y me crié entre todo este estupor. Crecí, sin embargo en un ambiente rodeado de amor. Aprendí que la familia no solo es una pérdida de individualidad, ni un programa de enajenación del gobierno, ni un medio para transmitir vicios pasados y recrear un 'dejavú' esencialmente igual pero distinto en su forma. No, la familia, es una herramienta para conocernos o distanciarnos de nosotros mismos, es una interioridad externa. La familia nos pertenece pero no es nuestra. La tenemos pero no la tenemos. Sí, la familia es una distensión de nosotros, estamos en ella sin ser ella. Por ello, o somos su reflejo, ó no somos su reflejo en absoluto. Mi padre me enseño el valor de la vida, los detalles, las cosas vivas, esas son las que dan sentido al transcurrir de la duración de la existencia en un espacio. Mi madre me enseñó que no siempre podemos estar viviendo en lo ideal, en ese mundo fantástico, lleno de imágenes, historias, ideales y mucha razón, mucha razón. Es la pureza encarnada, ella es síntoma de que todavía el mundo no es el mejor posible, sino que es un mundo que se hace posible por personas como ella.
A la mente me viene ese fragmento de la letra de Fuera de ti de The Aeropajitas (www.myspace.com/losaeropajitas) "bipolaridad presente que se escapa fugazmente, fuera de mi, fuera de ti..." Somos cuerpo y mente, somos dualidad, no lo podemos evitar, estamos en el límite ciego de los contrarios. Sonreímos dentro de las entrañas de la nada y lloramos entre la llanura espesa de la existencia. Somos interiores y exteriores. La familia es un claro ejemplo de ello, puede ayudarnos a combatir la bravura de Doña Soledad o puede convertirse en su aliada.
No estamos solos. Nacimos solos y nos sentimos solos, eso es diferente. La familia es una ayuda para esa Doña que a veces parece durar cien años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola niño:
me gusta que hables de tu familia,
para mi es lo mas importante, es lo unico que vale,en esta vida hay mucha gentefalsa,
continuara............

Angel del tiempo dijo...

RECUERDA QUE AUNQUE TENGAMOS MUCHOS AMIGOS, Y BUENAS PERSONAS ALREDEDOR, JAMAS SE COMPARARA A LA FAMILIA.