viernes, 2 de mayo de 2008

CerrO, sudOr y juegOs...




Estoy respirando hoy un poco más profundo que ayer porque fuí al cerro a correr y a hacer ejercicio, supongo que por la altura me ví obligado a respirar muy hondo. Fue en la mañana muy temprano, sudé, me agité, me cansé, en fin, iba con mi entrenadora personal la cual se reía de mí cada vez que veía que no podía realizar algunas de las rutinas que me asignaba, y es que las rutinas eran de box, los ejercicios parecían fáciles en apariencia pero a la hora de realizarlos la realidad era otra, estaban bastante complicados, requerían de mucha resistencia y condición física la cual ya había perdido desde que cerraron el deportivo al cual asistía ahora ya privatizado de uso exclusivo para un residencial recién creado cerca de ahí.
Esa mañana llegé muy seguro de mí, creyendo que todavía podría realizar cualquier tipo de ejercicio...no fue así...con la lengua de fuera y sudando realizaba de manera muy lenta los ejercicios nuevos, algunos ya los dominaba, pero otros eran imposibles...Lis, mi entrenadora me insistía: -no pares, respira, ¡sigue así!-. Y yo -...mmm....uff....uffffff....mmm....- no podía más, el tormento duró aproximadamente una hora, ya estaba exhausto0!!


Fin del tormento. Estar en forma cuesta, eso lo aprendí hoy, nada de gimnasios con aparatos costosos, nada de pasto sintético, nada de aire acondicionado ni espejos, ni nada...solo yo, mi entrenadora y el cerro; ello bastaba para quedarse todo robotizado, deshidratado...Todavía faltaba el camino de regreso, bajar el cerro, con las piernas que te tiemblan... Ese día en mi agonía, me dí cuenta que Lis se veía bien, mientras bajabámos observaba como su silueta me hipnotizaba en ese caminar cadencioso. Me la quedé viendo un rato hasta que se volteó y me dijo: -¡apúrate y deja de quedarte ahí como un tonto viéndome!-.

-No te estoy viendo, es que ya me cansé-. le dije.

-¡Que raro!-me contestó. -Lo que pasa es que...te ves muy bien-dije. En ese momento me acerqué a ella, no podía respirar muy bien y mis piernas seguían temblando. -Ya, ¿qué es lo que quieres? Ya vámonos-. me dijo. Yo no me quería ir, me invadió así de la nada una sensación de deseo...que caliente eres, ya bájale, no perdonas ni aunque ya no puedas con tu alma...pensé. No sé de donde vino ese deseo carnal que sin más aparece, me vuelve animal y por un momento congela mi razón, la envuelve en material apócrifo y la manda hacia las llamas incandescenes del infierno mismo, después regresa con un halo de promiscuidad y morbo...¿para qué regresaste razón?

-No me voy sin antes darte un beso...-dije tomándola de las manos. Ella se acercó a mí, me dió un beso sin sabor, rápido.-Ya está, ahora vámonos que tengo cosas que hacer-.

-No quiero irme, tengo ganas de hacerlo aquí, ahora en este instante-le dije, ahora la tomé de la cintura y la apreté contra mí. -Sí, yo también lo quiero hacer, pero aquí hay mucha gente-me respondió en un tono muy seco. No le creí. -Si de verdad lo quisieras hacer, ya lo estaríamos haciendo-. Entonces, se quitó la sudadera que traía puesta, ya se iba a quitar la blusa también, pero la detuve. -¡no hagas eso! ¡Que no ves que nos pueden ver!-dije casi gritándole.

-Mmmm...pues, ¿no que lo querias hacer? Quién te entiende. Ya vamonos-me dijo ya molesta.

-Si esta bien ya vámonos.-le dije ya con el deseo suprimido, se había ido...


Ahí estaba una vez más ese movimiento dual que nos hace libres y que nos limita a la vez. esa doble vida en la que se desenvuelve el espíritu humano, esa interiorizacíón que todavía no es captada por lo exterior que a su vez desconoce que es exterioridad y se cree a sí mismo como interioridad...puta...ese maldito juego del espíritu, no del que habla Gadamer, sino ese juego vil y traicionero que es devenir del sistema en el cual vivimos, no el juego metafísico de la esencia misma del espíritu en sí mismo(????), sino el juego del sube y baja, del trampolín, del kilahuea (así se escribe??), ese en el cual sientes la experiencia de la muerte sin morir, el vértigo se hace presente y los nudos de tu alma crecen con este juego, la pregunta es no si estás en el juego o no, sino ¿algún día dejarás de jugar?...

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